Una de las cuestiones que suelen inducir a error en la conjetura astrológica es la interpretación de los signos y las causas de manera directa sin tener en cuenta que cuando conjeturamos según los ciclos o posiciones astrales lo hacemos sobre individuos o seres vivos. En no pocos casos las conjeturas se realizan desde un punto de vista moderno sin valorar el contexto y la intención con la que nacieron las técnicas astrológicas.
La astrología clásica es esencialmente predictiva y las técnicas astrológicas se enmarcan a partir de un modelo filosófico con un paradigma basado en la observación de los movimientos celestes y los ciclos de estos pero aplicados al orden natural, lo que la hace especialmente sensible a las inercias de los seres vivos (formando sociedades y ciclos sociales o el orden natural en el que se emplazan). Y es ahí, donde en ocasiones se producen errores de aplicación, cuestiones achacables en gran medida al modelo moderno actual, mecanicista, cerrado y absolutista en sus interpretaciones, derivado del pensamiento ilustrado, que nada tiene que ver con el pensamiento clásico sobre el que se desarrollaron las técnicas astrológicas.
En esta ocasión nos detendremos en la aplicación práctica del funcionamiento de los ciclos planetarios basados en los ciclos mundiales de los grandes cronocratores, Júpiter y Saturno y su influencia social, política y cultural sobre los territorios dominantes. En el anterior artículo sobre los ciclos planetarios explicábamos los siguientes:
1).- La teoría cíclica árabe, básada en el avance de la conjunción por signos zodiacales (ciclo profeccional, Adwar o Intiha).
1.1) Al – dawr al – azam. Ciclo máximo de 12.000 años[1]. El ciclo máximo avanza cada 1.000 años solares un signo zodiacal y un planeta (regente del ciclo).
1.2) Al – dawr al – akbar. Ciclo mayor de 1.200 años. Avanza un signo zodiacal en 1.200 años y un planeta cada 100 años solares.
1.3) Al – dawr al – awsat. Ciclo mediano de 120 años. Avanza un signo zodiacal y un planeta cada 10 años solares.
1.4). Al – dawr al – asgar. Ciclo menor de 12 años. Avanza un signo zodiacal y un planeta cada año solar.
2).- La segunda teoría y quizás más conocida debido a su difusión es la aplicada por grandes astrólogos como Albumasar (Sobre las grandes conjunciones) o Alchabitius. Estas conjunciones podrían ser cuadruples:
2.1) Conjunción menor. Conjunción de Jupiter y Saturno cada 20 años. En estos períodos se producen acontecimientos de relativa importancia social

y natural (Por ejemplo, podemos citar el ataque de las Torres Gemelas en Nueva York en 2001 afectadas por un ciclo de conjunción menor producido en 2000), transtornos de lluvia y nieve, transtornos atmosféricos y guerras, cambios de relativa importancia en Parlametos y Gobiernos.
2.2) Gran conjunción. Se produce cada 60 años. Simboliza sublimación de Reyes y poderosos, gravedad en el abastecimiento, nacimiento de profetas de relativa importancia, enfrentamiento de ejércitos, enfermedades importantes, epidemias, sequedad, esterilidad de la tierra, incremento de huracanes y vientos, guerras frecuentes, muchas lluvias, hielo, nieve, mucho frio (fenómenos atmosféricos extremos).
2.3) Conjunción máxima. Se produce cada 240 años. Es la llamada conjunción de las triplicidades, dado que en este ciclo hay 12 conjunciones y denominada así porque las conjunciones se producen en signos del mismo elemento[2]. Indica cambios en ideales políticos o partidos, cambios en mercados económicos, pestilencias, destrucción de cosechas o incremento de bienes en función de la benignidad o malignidad de la conjunción. Indican aparición de profetas o Reyes (gobernantes o poderosos influyentes)
2.4) Milenio astrológico: En esta concluyen 4 conjuciones mayores completas cerrando el ciclo de conjunciones en cada elemento. Se produce cada 960 años y es lo que en astrología se denomina milenio astrológico (4 períodos de 240 años). En este ciclo se producen profundos cambios en imperios y reinados, cambios profundos en climas, cambios radicales en formas políticas y económicas, fenómenos naturales extraordinarios (grandes terremotos, diluvios, etc), nacimiento de avatares y personajes históricos, cambios importantes en religiones[3].
De los diferentes ciclos planetarios utilizados en astrología mundial nos detendremos en la Conjunción máxima o de Triplicidad, que tiene una duración de 240 años y que consiste aproximadamente en 12 o 13 conjunciones de los planetas Júpiter y Saturno en el mismo elemento.
En base a estos ciclos los astrólogos clásicos observaron que aquellas culturas o civilizaciones que se encontraban en un territorio concreto sufrían cambios más o menos drásticos y en función de la duración del ciclo los cambios podían llegar a ser muy profundos. De esta manera pudieron observar que los cambios que se producían no eran solo de corte social o político sino que incluso se producían cambios meteorológicos de calado o grandes transformaciones de la tierra y el clima. En torno a estos ciclos suelen producirse cambios en ideologías políticas o sobre dinastías importantes, cambios radicales en sistemas de gobierno e influencias de los distintos territorios en función de la energía sobre la latitud dominante.
Para comprender esta cuestión mejor, extrapolado del Libro de las cruzes (texto de astrología mundial aplicado al territorio peninsular de España, 1259) y realizado durante el reinado de Alfonso X El Sabio, quedaría reflejado de la siguiente manera:

Se trata pues de la influencia según la duración de las triplicidades que generan Júpiter y Saturno sobre un determinado territorio en general suele ser propicio para el territorio y sus gentes, sus formas de gobierno, suponiendo un período de gran expansión en todos los aspectos. En función de esto suelen producirse trasvases de influencia social, política y cultural de unos pueblos o civilizaciones a otros. Suele tratarse de un cambio de posición de dominio que en la gran mayoría de los casos va acompañada de grandes expansiones territoriales.
Para comprender mejor cómo funcionan las influencias de los ciclos mundiales pasaremos a ver una aplicación práctica observando los distintos cambios que se han ido produciendo en la historia reciente con algunos ejemplos claros a través de un fenómeno muy complejo en sí mismo pero sobre el que podremos ver su funcionamiento: LOS IMPERIOS.
LAS TRIPLICIDADES Y SU APLICACIÓN SOBRE LOS IMPERIOS
El concepto “imperio” procede del latín imperium y ha tenido varias acepciones y connotaciones, aunque las notas dominantes en el concepto parecen ser: poder y extensión territorial. Suelen englobar distintos pueblos, con distintas lenguas y casi siempre con religiones distintas. En este sentido, un imperio es una organización social y política dominante sobre otros pueblos o culturas, que suele ser inclusivo, nunca exclusivo. Se caracterizan por disponer de grandes extensiones territoriales (más de 1 millón de km cuadrados) y la cuestión más interesante es que suelen tener una duración de varios siglos.
Es aquí donde la astrología puede aplicarse, como ciencia que estudia el tiempo. Esencialmente puede verse la diferencia entr e el aprovechamiento del influjo astral del momento y que ejerce un efecto directo sobre la duración y profundidad del Imperio.
Para ello, nos centraremos básicamente en 2 tipos de Imperios que han ejercido una influencia notable sobre la historia reciente de la humanidad. El Imperio español y el Imperio británico.
Aunque algunos historiógrafos defienden la idea de que los Imperios para llegar a serlo conceptualmente deben ser inclusivos y no solo dominantes sobre vastas extensiones de territorios pertenecientes a una sola nación, sino que deben procurar un desarrollo social y cultural revolucionario y lo que es más importante, su duración e influencia se extiende como hemos indicado por varios siglos. Por esto, algunos historiadores no consideran Imperios los expansionismos no inclusivos que son perduran más allá de 50-70 años, como por ejemplo la expansión británica que tuvo 2 fases. Una fase inicial en América en el Renacimiento y la colonialista (más próxima a la idea de Imperio) del siglo XIX.
En cuanto a la influencia que Júpiter y Saturno ejercen sobre el orden natural funciona de la misma manera que el desarrollo vital de un ser vivo y por tanto su acción se basa en uno de los cuatro principales (según su período influencial) de los seres orgánicos:

Así pues los ciclos de fuego serían de fuerza atractiva, los de tierra retentivos, los de aíre digestivos y los de agua expulsivos. Dado que se trata de influencias sobre seres vivos, estas se presentan siempre según una inercia, sin cambios súbitos, ya que por lo general suelen tratarse de cambios graduales aunque observables en el tiempo.
Conviene pues prevenir de realizar conjeturas absolutistas, con líneas divisorias demasiado encorsetadas y en exceso limitantes y condicionadas.
Cada ciclo opera con un tipo de energía e influencia pero al tratarse de una parte del todo, siempre está relacionado con los demás ciclos, esencialmente porque lo que genera un ciclo también se muestra en el siguiente. Así, lo que genere un ciclo de fuego – atractivo, será visible en un ciclo de tierra – retentivo.
De acuerdo con esto y para no entorpecer excesivamente el seguimiento de los acontecimientos históricos y su concordancia con los ciclos se incluye una tabla con los datos de las conjunciones desde el año -741 hasta el final de la triplicidad de agua del actual milenio astrológico.




En primer lugar podríamos reseñar la concordancia del influjo del ciclo expulsivo o de agua con el desarrollo e influencia sobre los territorios que conforman España y que durante 3 siglos fue capaz de crear y desarrollar un Imperio cultural, social, político y religioso, de 20 millones de km2 aproximadamente.
Si atendemos a las influencias, los territorios que conforman la Península Ibérica están situados en el Sur Occidente (tomando como referencia Europa) siendo dominantes por los ciclos de agua.
Para confirmar lo que en el Libro de las Cruzes se afirma, revisamos y cotejamos los datos históricos con las tablas de conjunciones del último milenio astrológico. A partir de aquí buscaremos fechas de eventos y acontecimientos históricos. Sabemos que los ciclos de 240 años no funcionan como entes individuales sin conexión con el resto de ciclos del milenio astrológico. En el caso del Imperio español, partimos de un hecho que comienza a consumarse en el inicio de la Reconquista de los reinos cristianos sobre los territorios ibéricos del Imperio musulmán (Califato Omeya) a mitad de un ciclo de agua (expulsivo) que gira la energía del ciclo de aire (Oriente norte) a un ciclo de agua (Occidente sur).
Es interesante observar, como el fenómeno de la Reconquista se inicia en mital de un período expulsivo en el año 722 d. C y termina hacia la mitad del siguiente ciclo expulsivo en el año 1492 d. C. (expulsión de Sefardíes y musulmanes).
Debido a que el fenómeno de la Reconquista termina en un ciclo de agua pero este período sigue activo varias conjunciones más por lo que tanto las Monarquías portuguesa y española prosiguen con su período expansivo hacia América (especialmente el sur de América, siendo en el mapa actual Suroccidente) continuando con el ciclo de energía que les favorece (hasta 1663 en el que se termina el ciclo de agua).

Y aunque la expansión española se prolonga hasta bien entrado el siglo XIX donde el Imperio colapsa, su mayor extensión de territorio se produce con la expansión hacia Norteamérica aunque este período dura muy poco tiempo pues no es zona de influencia de un ciclo de agua.

Debido a que las sociedades están formadas por seres humanos y estos tienen ciertas inercias en los comportamientos, los Imperios también los tienen. Así podemos comprobar como por ejemplo el Imperio sasánida (oriente) inicia su expansión en un ciclo de fuego convirtiéndose en Imperio al final de este y expandiéndose durante todo un ciclo de tierra y aire, colapsando en un ciclo de agua.

Imperio sasánida hacia el año 620 d. C.
Es interesante ver cómo aunque para los historiadores el Imperio Romano tiene origen en el año 27 a. C., éste comienza su expansión en un ciclo de agua (Occidente sur) donde por ejemplo la conquista de Hispania se produce en el año 218 a. C en el comienzo de la triplicidad pudiendo ya considerarse el inicio del Imperio.

Roma en el 117 a. C.
Para finalizar podemos comprobar de forma clara como aunque Inglaterra comienza una expansión al final de un ciclo de agua, al no estar apoyada por la influencia de la energía del ciclo dominante (el Reino Unido se ve beneficiado por los ciclos de tierra, retentivos) no explota como Imperio hasta bien entrado el siglo XIX en cuyo caso el paso del ciclo de fuego a una triplicidad de tierra le favorece especialmente.

Disponiendo así de la mayor extensión del Imperio británico en 1919 (triplicidad de tierra).

Iniciando su declive en favor de Estados Unidos de América (que sigue siendo Occidente, dominante en un ciclo de tierra) en la triplicidad actual que termina en 2020.
En función de la conjetura y los acontecimientos históricos podemos afirmar que en astrología es peligroso conjeturar con datos de los ciclos exactos ya que al tratarse de influencias sobre seres vivos deben ser considerados con cierta inercia.
Ahora bien, con los datos que tenemos podemos comenzar a concluir que con la triplicidad de aire que se iniciará en 2020 se podrá ver progresivamente un cambio de poder de los países o Imperios dominantes (Reino Unido en Europa y Estados Unidos de América en el todo el planeta) para trasladar el poder hacia Oriente norte (¿Moscú?).
Roberto Roda
BIBLIOGRAFÍA:
- Al kitab Al Kamil, horóscopos históricos (Musa Ibn Nawbjat).
- Libro Conplido en los Iudizios de las Estrellas (Alí Ben Ragel, Libro 8º)
- Textos astrológicos (Zahel / Hermes / Almanzor / Bethen, traducción de Demetrio Santos).
- Restaurando la Astrologia Mundial. Grandes Conjunciones (Mariano Aladren).
- Astrología Mundial y orientalización de Europa (Mariano Aladren)
- Lo que Europa debe al Islam de España (Juan Vernet).
- Textos astrológicos medievales (Massahallah / Ben Ezra, traducción de Demetrio Santos).
- Astrología Mundial (Pepa Sanchís Llacer).
- Imago Mundi (Pierre D´Ailly).
- Libro XXI de la Astrologia Galica de Morin de Villafranche (Traducción de Pepa Sanchis)
- Bonatti on Mundane Astrology (Guido Bonatti, traducción de Benjamin Dykes)
- Messahallah (De conjuntionibus planetarum / De revolutionibus)
- El libro de los juicios de las Estrellas (Abraham Ibn Ezra)
- Libro de las Cruzes que mandó traducir Alfonso X El Sabio (Jose A. Perez Sanchez, Ed Isis, 1930)
- Libro de las Cruzes (Biblioteca Nacional Hispánica)
- Astrología Mundial y orientalización de Europa (Mariano Aladrén)
P.S. Quisiera agradecer especialmente a Mariano Aladrén su disposición por trasladarme el documento de conjunciones de Júpiter y Saturno desde su ponencia de las Grandes Conjunciones que ha facilitado la conexión con los hechos históricos.
[1] En este sentido, existe también un ciclo de tradición hermética de 12.960 años dividido en 12 ciclos menores de 2.160 años en los que el Equinoccio coincide con el mismo signo del Zodíaco
[2] Fuego, tierra, aire o agua, según este orden.
[3] Los eventos son de gran magnitud porque los planetas son lentos (la velocidad influye en la profundidad) y de períodos grandes, de afectación profunda sobre grandes conjuntos sociales